Artículo escrito por ANA MACPHERSON y publicado el
pasado mes de enero en el diario LA VANGUARDIA

La medicina oficial integra la técnica de las agujas como terapia

Agujas para el dolor, para dejar de fumar, para no vomitar, para adelgazar.
¿Para todo? La evidencia científica es el listón. Para que cualquier
procedimiento médico –un fármaco, una intervención quirúrgica, una prueba
diagnóstica– sea aceptada sin que nadie arrugue la nariz de la duda debe pasar
por ese filtro: el de demostrar que funciona y compararse con otras soluciones
existentes.

La acupuntura, basada originalmente en la medicina tradicional china y
actualmente también apoyada en la neurofisiología moderna, va pasando ese
listón de la evidencia. Tratada durante años como una medicina alternativa,
poco a poco incorporada a la práctica oficial y pública en parte de Europa –en
España también, más tímidamente–, se propone salir de ese apartado de medicinas
alternativas para ser una técnica de la medicina basada en la evidencia
científica.

“Como no hay laboratorios que puedan beneficiarse, no hay dinero para
investigar, pero a medida que crece el número de trabajos y publicaciones
revisadas y verificadas, la investigación se dispara”
, explica la
doctora Isabel Giralt, médica acupuntora.
En la sección correspondiente
delCol·legi de Metges de Barcelona están preparando unas jornadas
dedicadas precisamente a concretar para qué problemas de salud los tratamientos
con acupuntura son una buena opción, la mejor, o un buen aliado. Y que, de
paso, todos los médicos lo sepan. “Un paso hacia lo que llamamos
medicina integrativa”
, explica la doctora Giralt.

Los canales que se describen en la acupuntura están íntimamente relacionados
con el sistema nervioso periférico. Hay una clara relación entre los puntos en
los que actúan las agujas y los segmentos nerviosos. Cuando se pincha en un
punto determinado de la pierna, se incide en una zona inervada por el mismo
segmento que, por ejemplo, inerva el útero. “Aunque hay leyes de la
medicina tradicional china que no tienen hoy esa traslación al sistema
nervioso”
, advierte Giralt. Esa aguja, que se clava a distintas
profundidades según qué se quiera tratar, aumenta la liberación de sustancias a
nivel local, con efecto analgésico, antiinflamatorio o vasodilatador, y también
en la médula espinal y en el sistema nervioso central, a través del sistema
límbico. Una de las sustancias que estimula es el gaba, un aminoácido que actúa
como neurotransmisor inhibitorio, presente prácticamente en todo el cerebro y
que relaja, y además –y eso se ha podido ver con pruebas de diagnóstico por
imagen– llega más oxígeno a la zona que se quiere tratar.

Por eso los acupuntores tratan con las agujas o con electroacupuntura
(multiplica por diez el estímulo) todo tipo de dolencias. Pero sólo una parte
de esta actividad recibe hoy el aval de medicina basada no en la experiencia o
la tradición, sino en la evidencia científica.

El principal reconocimiento, al margen del de sus usuarios, lo proporciona la
revisión Cochrane, la biblia de las validaciones médicas, una organización sin ánimo de
lucro que a nivel mundial repasa lo que se publica en medicina y dicta su
particular sentencia. Algunos de los procedimientos más indudables son:

Dolor lumbar. Es probablemente el dolor más tratado con la
acupuntura en todo el mundo. Es eficaz para el dolor de causa desconocida (no
por un golpe o un desgaste de las vértebras) y los especialistas en columna lo
recomiendan como tratamiento cuando no hay otro remedio eficaz. Se le reconoce
a la acupuntura que mejora el dolor a corto plazo y la funcionalidad.

Cefalea tensional. Según la revisión de ensayos, es una alternativo
al farmacológico en pacientes con episodios frecuentes o dolor crónico de cabeza
de este tipo.

Migraña. No sólo produce un beneficio adicional, sino que se le
reconoce como terapia de rutina y se le considera al menos tanto más efectiva
que la terapia convencional pero con menos efectos adversos.

Dolor en el hombro. El crónico, que suele ser provocado por
tendinitis. El tratamiento es tan eficaz como el convencional, que suele
combinar antiinflamatorios y rehabilitación.

Sofocos. Se acepta que mejoran los sofocos no sólo causados por la
menopausia, sino también los provocados por tratamientos habituales del cáncer
de mama.

Rinitis alérgica. La eficacia del tratamiento con acupuntura es más
evidente en el tipo permanente que en la estacional. Se llama la atención sobre
la importancia de la relación coste-beneficio de este tratamiento.

Ovulación. También incide en los problemas de fertilidad derivados
de ovarios poliquísticos porque se considera que la electroacupuntura mejora la
afluencia de sangre al área genital.

Síntomas oncológicos. Náuseas, vómitos, insomnio, sofocos, sequedad
de las mucosas, ansiedad y depresión son algunas de las secuelas de los
tratamiento oncológicos que evita con eficacia, minimizando los efectos
secundarios.

MENOS DOLOR LUMBAR Y MENOS ANALGÉSICOS

En el hospital de Mataró han estudiado si la acupuntura mejoraba el a menudo
ineficiente tratamiento farmacológico de los dolores lumbares que no tienen una
causa conocida, algo muy común. Quienes sufren ese dolor toman analgésicos,
antiinflamatorios, lo dejan, vuelven… Y por ese motivo se considera que el tratamiento
convencional es deficitario.

Compararon cuatro grupos de pacientes durante nueve meses: a unos les dieron el
tratamiento convencional; a otros, medicación más acupuntura; a otros,
medicación más osteopatía (terapia manual más próxima a la fisioterapia), y al
cuarto grupo, todo. El tratamiento con acupuntura produjo una reducción del
dolor del 60%, aunque a los seis meses de nuevo aparecía dolor, en mucho menor
grado que al principio. Y un tercio de los que participaron redujeron
drásticamente su necesidad de analgesia. “Y también mejoró su funcionalidad y,
por lo tanto, su calidad de vida”, explica el jefe de investigación del
hospital, el doctor Mateu Serra. La prueba fue financiada por el Departament de
Salut. “Pero ya terminó”. Ahora estudian la eficacia de la acupuntura para
mejorar los síntomas de la fibromialgia.

Salvo excepciones muy personales por parte de algunos médicos acupuntores, sólo
es posible recibir esta terapia de forma privada, aunque sea en un centro
público y a precio moderados

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